martes, 21 de diciembre de 2010

Cerrar con broche de oro



Esto del embarazo había mandado mis ganas a volar por un buen rato, los encuentros se redujeron a uno cada quince días, algo común, sin mucho cambio de posiciones ni sobresaltos acostumbrados, pero he de confesar que desde hace algunos días, las ganas volvieron a mí y fuerte.


Nos fuimos un fin de semana de viaje, Him y yo solos, necesitábamos un momento de relax. En madrugada del domingo, cerca de las cinco, desperté de pronto con unas ganas tremendas de mamársela y sentir su verga dentro. Lo miré y estaba profundamente dormido, intenté controlarme, pero no lo logré. De repente acaricié sus testículos al tiempo que besé su cuello, lo cual hizo que se despertara, me abrazó por detrás y pegó su cuerpo al mío, haciéndome sentir su verga firme... el frío no fue impedimento y tuvimos lo que podríamos llamar un reencuentro sexual.


Pasó una semana y después de otro encuentro por ahí, ayer de nuevo me encendí y sin control me dirigí a la habitación en la que veía la televisión, dispuesta a que me cogiera.


Con una canción de fondo, una de esas que últimamente me prenden hasta en el coche, me hinqué sobre sus piernas y comencé a moverme una y otra vez. No pasó mucho tiempo cuando él ya me había levantado mi blusa para besar mis tetas, más grandes que de costumbre. No paré de moverme, hasta que sentí su verga, tal como me encanta.


Me hizo a un lado, me ordenó, con su típico tono mandón, que me quitara todo, mientras él se desvestía, sin dejar de masturbarse. Al caer mi última prenda al piso, me hinqué y comencé a lamer sus huevos, por momentos succioné su miembro y por otros mordí su rincón favorito. El sonido que producía al jalársela, me fue calentando más, y a él también, hasta que me dijo "ponte para que te coja".


Me subí en sus piernas de frente a él y mientras me acariciaba, recargué mis manos en la mesa para hacer un arco y ver su cara excitada mientras succionaba con mi vagina su verga. Pocas veces lo he sentido tan dentro y en unos minutos exploté, pero mis ganas eran tantas que no quise parar, me salí y le pedí que me cogiera por atrás.


Inclinada sobre el sillón, en una de mis posiciones favoritas, de pronto sentí nuevamente su verga dentro de mí, sus movimientos exquisitos, suave, rápido, suave, rápido, me jaló el cabello una y otra vez y me preguntó "así te gusta"... justo después de eso.. exploté nuevamente.. me salí.. me senté en la mesa y mientras él se la jalaba, lo miré firmemente, apreté sus huevos.... y vi su semen escurrirse por su verga....


Definitivamente, pienso cerrar este año tan como diciembre del 2009... con broche de oro y tremendas cogidas.....