
Situaciones de fuerza mayor han propiciado ayuno sexual.
Pero anoche, la plática entre ella y yo fue llevando a la imaginación, a lo prohibido, al antojo. A oscuras, sin tocarnos, sin fajar, meramente acostados uno al lado del otro, los recuerdos de encuentros pasados fueron subiendo el tono.
A manera de un disco de Greatest Hits, la remembranza incluyó aquellas escenas que ya han sido plasmadas en este blog, pero además, otras que están pendientes (prometemos a nuestros lectores XXX incluirlas pronto), como el primer blow, una tremenda cogida en Cuernavaca que se extendió más de lo esperado, un video que hicimos recientemente y una escena curiosa casi llegando a un 7/11. Asimismo, la expectativa de determinados lugares probables para próximas cogidas, ciertos atuendos que no se han usado y variantes que no hemos "empleado".
Mientras hablábamos a ciegas, tuve erecciones que, al final, decidí no contener. Si bien ella estaba casi dormida, recordé que siempre me ha pedido no limitarme (muchas veces me ha pedido que me grabe si es que me masturbo). Así pues... lo hice a un lado de ella. Fue interesante, pues decidió no voltear para evitar prenderse, pero aún así, ciertos ruidos hicieron que ella reaccionara con murmullos que denotaban "algo".
Poco después de las 2 AM... exploté, pero habría dado todo por hacerlo dentro de ella, quizá por detrás, quizá con su cabello en mi puño, quizá mordiendo su oreja.
Dirían los miembros de nuestra Selección Nacional: "sólo faltó meterla".