
Lluvia, clima frío y un par de martinis fueron los detonantes de nuestra noche especial. Tras dar tres vueltas al parque España, llegamos a nuestro destino, un bar en el que disfrutamos de unos deliciosos martinis, mi bebida favorita, y un par de tapas.
Conforme me terminaba los cocteles, mi temperatura corporal subía y mi inhibición también. Al salir del lugar, nos dirigimos a una sex shop e intenté ocultar mis ganas con un cigarro y plática poco relevante. En el tiempo que llevamos juntos, sólo habíamos ido en una ocasión y, la verdad, debido a un virus raro que se apoderó de mis vías respiratorias no disfruté el momento, ni elegí nada, pero esta vez me desquité.
El kit: unas esposas, un juego "de mesa", un lubricante térmico, un lubricante anal, una balita vibradora y un frasco de poppers; todo lo necesario para una gran y divertida noche.
Antes de llegar a casa, abrimos el juego, colocamos las compras en la mesa, sacamos la botella de vodka y dejamos listo un caballito para los "shots de castigo".
Al ver el tipo de retos que venían impresos en el tablero, decidimos crear los propios, los cuales consistieron en: "acostarse desnudo en el piso por 3 minutos", "3 minutos esposado y dejándose hacer lo que el otro quisiera", "shots y prenda", "introducir balita en el ano"... y otras más.
Mágicamente y como si el universo conspirara a su favor, cada que yo avanzaba, caía en una casilla de castigo. El saldo: dos shots, bubs embarradas de mermelada de fresa, las cuales limpió poco a poco con su lengua, succionando mis pezones y lanzándome miradas perversas; video de un corto, pero delicioso blow; prendas en el piso, besarle el cuello y espalda, pegar mis senos contra su pene durante un par de minutos...
Para ese momento, la verga de Him estaba más que parada y húmeda, más que caliente, más que deliciosa. Yo, igual de mojada. No aguantaba las ganas, pero quería terminar el jueguito. Moría por que él cayera en una casilla, la de la balita, pero nada. De repente comenzó a perder, hasta que tocó "de castigo" un 69.
Llegamos a la cama, me coloqué encima de él con las piernas abiertas, en el ángulo perfecto para que succionara mi clítoris.. de esa manera deliciosa que suele hacerlo. Comencé a lamerlo, primero succioné su verga poco a poco, después recorrí con mi lengua sus huevos, los apreté y regresé a mamar su pene encendido.
"No vamos a regresar al juego", dijo Him. Tras escuchar esas palabras, corrí al comedor por la balita que había dejado, coloqué la cámara de video arriba de la televisión, mirando hacia la cama, donde se encontraba él acostado, con la verga parada y masturbándose mientras yo regresaba.
Me acosté, le pedí que se hincara colocando sus piernas a mis costados, introduje poco a poco la bala en su ano, encendí el vibrador y le pedí que no dejara de masturbarse. Mientras él lo hacía, yo continuaba mamando sus huevos, y a veces paraba para observar su cara encendida.
"Me voy a venir", dijo con voz entrecortada, pero lo ignoré y le hice señas de que siguiera. Introduje un poco más la balita, aumenté el ritmo de vibración y su cara de placer me excitó aún más.
Cuando estaba a punto de pedirle que me metiera la verga y me cogiera... explotó como nunca.. esparció su semen en mi cara y mis senos. Nunca lo había hecho. Los ojos, el cuello, el cabello, la nariz... y hasta la garganta sintieron su espesor y sabor...
Sin duda... julio ha sido nuestro mes...
Buenisimo. Duda:: a qué sabe el sexo con popers?
ResponderEliminarMe encanta la forma en que lo escribes y lo fuerte del encuentro. Las palabras son tan poderosas como las imagenes que uno se crea al leer todo esto. Felices juegos, felices castigos, felices ratos de cama.....!
ResponderEliminarUy, desde el título supe que venía un graaaan texto y así fue! cada vez entiendo mejor el por qué los juegos son necesarios para encender y mantener la pasión viva entre los enamorados. díganme cursi pero eso es lo que hace que las relaciones valgan la pena... :)
ResponderEliminarQué harán con el video? es peligroso, no?
Uno de los mejores sábados y encuentros con Sijey. Mejor no lo ha podido describir mi mujer. Esa noche tuvo todo, ya que desde la tarde (con esas escapadas a un par de sex shops y los martinis y demás) se preparaba la escena, en la que la gran novedad fue el juego de mesa que, segpun yo, cumplió su cometido haciéndole unos cuantos ajustes.
ResponderEliminarA veces se multiplican las sensaciones, y parece que no tenemos modo de contenernos. Apenas anoche acabamos de tener otra cogida monumental en la que se alternó mucho oral y mucho por detrás.
Que rico. Soy bisexual y se me antojan muchas de as cosas que aqui narró Sijeyy.
ResponderEliminarPerfecto relato, qué padre que se den ese chance de explorar, de jugar y no llegar luego luego a la penetración.
ResponderEliminarEl cachondeo es lo máximo pero lo describe muy bien Sijey.
Y los poppers? los utilizaron, cuenten.
me parecen 1 pareja increible x hacer est tipo d cosas q lo unico que provocan s más entendimiento entre uds.
ResponderEliminarChicos, me ENCANTÓ este post porque con sus relatos uno se ve reflejado mucho en ustedes.
ResponderEliminarLos admiro por compartir, por dejarnos llevar, por abrirse y calentarnos con sus experiencias.
Porque en este me hicieron reír mucho al final, con lo de la salpicadera, eso es padrísimo, eso los hace únicos por ser honestos, a ver díganme a quién no le ha pasado una salpicadera así?
Felicidades, soy fan!
si no se juega no se puede perfeccionar jeje el arte de amar
ResponderEliminarSimplemente espectacular, la forma de narrar, los castigos, el juego, la velada, creo que fue un día sensacional que todos se los envidiamos de la mejor manera.
ResponderEliminarUn abrazo y creanme, soy su fan.
Empiezo por deciros que mi novia es muy especial. Tiene 26 años. Su cuerpo es ciertamente llamativo. Es más bien normal de estatura, y delgada. Tiene un culito bien formado, unas piernas bien moldeadas. Es guapa aunque no despampanante tipo modelo, morena y con ojos marrones muy grandes.
ResponderEliminarLo que la hace especial son sus pechos. Son espectaculares.
La historia comienza en una playa de cadiz. A mi me encantan las mujeres topless y con tanga. Pues bien, por fin cumplí mi sueño y en vez de un bañador que lo tapa todo, le convencí para que se pusiera una tanguita y se pusiera topless. Increíble. Verla salir del agua con ese diminuto tanga y el bamboleo de sus tetones goteando agua me ponía como burro. La polla me iba a estallar. A ella le hacía gracia y se ponía a correr para que el bamboleo fuera mayor. Ufff¡¡¡
En ese momento llegaron a la playa una madre y su hija. Parecía alemanas. La madre tendría unos 42 años. Era más bien fea. La hija, en cambio, era muy guapa; tendría unos 14 años y ya estaba muy bien formada. Tenía un buen culo y unas tetas pequeñas con unos pezones pequeños y en punta. Se desnudaron y se pusieron a escasos dos metros. No sé si serían lesbianas pero no quitaban el ojo a mi novia. No era para menos, esos melones en una mujer tan delgadita no pasaban desapercibidos.
Yo estaba a tope. A ello hay que unir que el coñito de la madre era una masa espesa de pelo pero el de la hija adolescente estaba rasuradito quedándole una fina línea de pelito que no ocultaba sus labios.
Empezaron a tomar el sol. En ese momento llagaba mi novia de darse un baño. Con el pelo perfectamente peinado hacia atrás, mojada, la tanguita bien metida por el culo, su piercing en el ombligo y esos espectaculares tetones. Se saludaron. La jovencita no le quitaba el ojo a los pechos de mi novia, lo que hacía que me pusiera más cachondo. Se acercó mi novia y me dio un beso. Ella estaba de pie y yo sentado lo que hizo que sintiera sus tetas muy cerca. Mi novia se sentó a mi lado. Yo ya no podía más. Le comenté que la hija estaba buena. Mi novia la miró de arriba abajo y me respondió que no estaba mal. La madre y la niña están sentadas mirándonos y, de vez en cuando, la niña nos soltaba alguna sonrisa. Le comenté a mi novia que estaba muy cachondo y completamente empalmado. Fue entonces cuando mi novia me empezó a chupar la oreja. Ahí empezó todo. Sentía su lengua en mi oreja, su respiración, sus tetas gigantes aplastándome el cuerpo. La madre y la niña miraban sorprendidas pero no decían nada. Me comentó que le dejara hacer. Yo encantado. Se puso en cuclillas encima mío dándome la espalda y de frente a la madre y la hija. Mirándoles. Me sacó la polla, se apartó el tanguita y se la metió de un golpe. Yo tumbado boca arriba, ella en cuclillas encima mío, gimiendo y dándome la espalda. Se movía de forma rítmica, sus tetas para arriba y para abajo.
Me dice que le apriete las tetas. Evidentemente. no me caben en las manos. Se las estrujo, se las acaricio. Ella me cabalga como si estuviera poseída, mirando fijamente a la adolescente.
Recuerdo que se corrió pronto, gritó mucho y se cayó sobre mí. Fue cuando observe a la joven tocándose el coñito. La madre se había ido. Yo no me había corrido todavía. Le dije que no me dejara así. Fue entonces cuando se inorporó y se metió mi polla entre sus tetas. Mi polla no es pequeña pero sus pechos la tapaban íntegramente.
Me corrí entre sus tetas. Fue entonces cuando me di cuenta que la joven le estaba comiendo el coño a mi novia. Me aparté y les vi. Mi novia no es lesbiana, pero parecía que disfrutaba.... Inolvidable momento.
creo que los actos que hagomos reflejan la sabiduria y mas si son actos de relaciones yeah
ResponderEliminarNUNCA HE PROBADO ESO DE LOS POPERS PERO HAY QUIENES DICEN QUE NO AYUDAN EN NADA A PRENDERSE EN LA CAMA.
ResponderEliminarQUE BUENA NARRACION DEL RELATO.................FELICIDADES
es la segunda vez que intento dejar mi comentario x que está increible su blog.
ResponderEliminarMe ha parecido extraordinaria su química y la narrativa es demasiado excitante.
Los hombres por alguna razón nos agradan esos balines, mi pareja y yo las probamos hace tiempo y son vibrantes y excelentes disparadores de placer.
Seguiré h usmeando los textos que hay x aqui, enhorabuena y solo mejoren la opcion para comentar..
Oso goloso