
Desde hace un par de meses mi novio y yo dimos por hecho que viviríamos juntos, no hubo necesidad de aclararlo, ponernos de acuerdo, establecer reglas de convivencia, dividir gastos, ni mudanza, simplemente se dio y desde ese instante comenzaron a ocurrir una serie de sucesos extraños, pero deliciosamente increíbles.
Como me será un poco complicado recordar cada instante y situación vivida hasta ahora, comenzaré a narrar nuestras vivencias a partir de antier, que es el suceso más reciente y el que tengo fresco en la memoria.
Él estaba viendo la televisión y yo leyendo un blog que encontré en la red y del cual me he hecho adicta; de repente se me ocurrió ir a la sala, me senté en el sillón y fijé mi mirada en el edificio de enfrente, donde a través de una ventana veía a un niño jugar con su computadora. En ese instante tuve un flashback, en diciembre, antes de que viviéramos juntos, decidimos darle rienda suelta a nuestros deseos olvidándonos que los amplios ventanales de la sala dejarían al descubierto nuestros cuerpos desnudos. Hacía un poco de frío (pretexto perfecto para exigir calor humano), comenzaron los besos y las caricias, seguidas de susurros en el oído; poco a poco fue despojándome de mi ropa hasta que terminé hincada sobre él, él muy dentro de mí...
(Regreso a la actualidad) Hincada en el sillón y viendo al niño por la ventana recordé la escena que acabo de narrar y en ese momento le hablé: "amor, ven, corre, quiero que veas algo"; tras escuchar mi grito llegó, se hincó a mi lado y observó al niño.
Him:"¿Qué estás queriendo decir? ¿que en aquella ocasión los vecinos nos vieron?"
Siyei: "Claro, se ve súper bien lo que hay en el otro edificio; mira, ve al niño, casi podría describir lo que hay en su pantalla"
Him: "Noooo, nosotros teníamos la luz apagada, sólo el arbolito de Navidad iluminaba la estancia"
No sé en qué momento ni cómo fue, pero en cuanto terminó de expresar esas palabras me despojó de mi pijama, de mi tanga de encaje y me besó; comenzó por la cabeza, la oreja, rodeó mi cuello, bajó por la espalda, acarició mis muslos y se detuvo justo en el punto que me hace gritar y vibrar. Recorrió lentamente con su lengua ciertos recovecos, en eso estábamos, yo disfrutando y él... simplemente echando más leña al fuego...cuando lo interrumpí
Siyei: "Voy por mi amigui ¿puedo?"
Him: "Para qué, si me tienes a mí... pero bueno, ve por él"
Fui por él, por el "amigui", un vibrador rosa que compré hace tiempo y me ayuda a llegar más rápido al orgasmo, y mientras él seguía recorriendo mi cuerpo con su lengua y sus labios, coloqué al amigui justo ahí, donde a los pocos segundos estallo...
De repente, me levantó jalándome del cabello, me tomó de la cintura y, recreando una escena de una vitrina roja de
Amsterdam, me pegó en la ventana, dejando expuestos mis senos, mi cadera, mis muslos y el lugar que muchos quisieran ver, pero que sólo él es dueño absoluto... mostrando mi silueta a cualquier vecino mirón que pudiera asomarse por su ventana, cosa que parecía
excitarle demasiado.
Justo cuando él se colocó atrás de mí, listo para entrar y fundirnos en un solo cuerpo, tuvimos que parar y regresar cada uno a su actividad previa... él al sillón para ver la televisión y yo a mi recámara para navegar por la red, ambos ardiendo de ganas...