
Todo comenzó con una discusión que aparentemente tendría un fatal desenlace, casi dos horas dándole vueltas al mismo tema, al mismo punto y sin obtener avance. Se acercaba la hora de regresar al trabajo y no habíamos llegado a ningún acuerdo.
Él callado, en su cabeza daba vueltas la pregunta "¿qué hago?", lo sé porque lo conozco; yo lo observaba, he de confesar que me encanta cuando se enoja, amo su tono firme y claro, su mirada penetrante, su mueca muy peculiar y sus ojos desorbitados, me hace sentir un calor interno difícil de describir.
Algo dijo, la verdad no sé bien qué fue, no le ponía mucha atención a sus palabras. Tal como en una película, pasaba una y otra vez por mi mente la imagen de dos noches atrás, ese acto que quedó suspendido y cancelado...
De repente pregunté "¿qué dijiste?" y como él sabía perfectamente que se había equivocado, no pudo disimular la sonrisa que escapó de sus labios.
Me levanté del sillón y me dirigí a la silla del comedor donde se encontraba viendo hacia la nada, me senté en sus piernas, de frente a él, lo besé y desperté su fuego interior. Me despojó de mi blusa, me quitó el bra y mis senos dejaron ver mis ganas.
Él callado, en su cabeza daba vueltas la pregunta "¿qué hago?", lo sé porque lo conozco; yo lo observaba, he de confesar que me encanta cuando se enoja, amo su tono firme y claro, su mirada penetrante, su mueca muy peculiar y sus ojos desorbitados, me hace sentir un calor interno difícil de describir.
Algo dijo, la verdad no sé bien qué fue, no le ponía mucha atención a sus palabras. Tal como en una película, pasaba una y otra vez por mi mente la imagen de dos noches atrás, ese acto que quedó suspendido y cancelado...
De repente pregunté "¿qué dijiste?" y como él sabía perfectamente que se había equivocado, no pudo disimular la sonrisa que escapó de sus labios.
Me levanté del sillón y me dirigí a la silla del comedor donde se encontraba viendo hacia la nada, me senté en sus piernas, de frente a él, lo besé y desperté su fuego interior. Me despojó de mi blusa, me quitó el bra y mis senos dejaron ver mis ganas.
Más rápido que de costumbre, se quitó la camisa, el pantalón y los boxers; mientras lo hacía, me ordenó que me quitara el resto de mi ropa (en esos momentos se convierte en sargento que da órdenes muy precisas) y le hice caso.
En menos tiempo de lo que esperaba, otra vez frente a la ventana, pero en esta ocasión los rayos de sol iluminaban nuestros cuerpos. Hoy tuve un poco más de pudor, y como era más probable que algún mirón presenciara nuestro desfogue, lo jalé hacia el sillón, cerré las persianas y me monté sobre él, sintiendo como poco a poco me penetraba...
En menos tiempo de lo que esperaba, otra vez frente a la ventana, pero en esta ocasión los rayos de sol iluminaban nuestros cuerpos. Hoy tuve un poco más de pudor, y como era más probable que algún mirón presenciara nuestro desfogue, lo jalé hacia el sillón, cerré las persianas y me monté sobre él, sintiendo como poco a poco me penetraba...
Lo que inició como un beso terminó en una increíble cogida que duró poco menos de media hora, suficiente para hacerme recordar lo que era tenerlo dentro...
Nos valió el impedimento médico y poco nos importó la hora, eran tantas nuestras ganas de terminar lo que habíamos dejado pendiente, que el mundo salía sobrando... y sí, la discusión tuvo un final muy feliz.... yo toqué el cielo dos veces y el se conformó con verlo una vez... Han pasado 4 horas y aún tengo su olor en mi piel, aún tengo ganas de él...
Nos valió el impedimento médico y poco nos importó la hora, eran tantas nuestras ganas de terminar lo que habíamos dejado pendiente, que el mundo salía sobrando... y sí, la discusión tuvo un final muy feliz.... yo toqué el cielo dos veces y el se conformó con verlo una vez... Han pasado 4 horas y aún tengo su olor en mi piel, aún tengo ganas de él...
Ayer me hice fan del blog! y desde la advertencia del contenido ya entran ganitas d eleer lo que por lo visto, sera una especie de diario sexual de una parejita, yuuuuhu.
ResponderEliminarLos seguiré a diario!
Una sugerencia de una metichota: porqué no escriben de la misma ocasión que narran?
El sexo de reconciliación, woooow!!!! Rico y necesario :)
ResponderEliminar