
Hoy busqué un lugar en el trabajo en el cual pudiese hacerle el amor, pero no lo encontré. Decenas de cámaras resguardan el lugar y los pasillos, supongo por ocasiones anteriores, así que será mejor reubicar la escena.
Raro e irónico. Hemos hablado de cuánto nos excitaría grabarnos, pero hoy le huimos a las cámaras, a los focos rojos, como le llama una lectora.
Un relato corto de algo que no pudo ser. Pero al menos en mi cabeza sí sucedió. Ella estaba atrapada entre la pared y yo, con los brazos extendidos hacia arriba, indefensa y preparada. Le besaba el cuello y permitía que me mordiera los dedos con cierta intensidad. Ella cerraba los ojos y pedía que entrara, que entrara ya.
Y así comenzaba todo....
:(
ResponderEliminarY los demaas relatos ?????????
:(
MMMmmm por qué no probar el estacionamiento o un rico fajesín en el elevador?
ResponderEliminarApoyo a Pachicleta
ResponderEliminar