viernes, 20 de agosto de 2010

Para qué arreglarlo a golpes si puede arreglarse en la cama


Un jueves de discusiones nocturnas me hicieron llegar muy molesto al 607. Sijey también lo estaba. Se había dado un encuentro acalorado y un intercambio de palabras que originaron una pelea, nunca grata, siempre dolorosa.

Abrí la puerta del departamento sin apetito ni ganas de cenar, me cambié, me puse unos pants y entré a la habitación, pidiéndole permiso a ella para recostarme, ya que se encontraba en el centro de la cama. Ahí, extrañamente, comenzó mi mujer con jugarretas pesadas, trepándose en mí y no dejándome acostarme en ningún lado. Intenté ser paciente, pero admito que, conforme se daban las "luchitas", me iba prendiendo por dentro. Se acercaba, insinuaba, rozaba, en fin.

No hubo más remedio que actuar de acuerdo a lo que se fue dando. Me hice volátil con los acercamientos y, aprovechando que estaba entre molesto y excitado, tomé a Sijey de la cintura, le quité bruscamente las prendas hasta dejarla desnuda y, sin aviso, la penetré por detrás con unas ganas furiosas. La célebre "niña mal portada" habría de recibir su merecido. Y yo... había determinado dar rienda asuelta a mi faceta de mandón.

Le jalé el cabello, se la metí con fuerza, le di nalgadas, la volteé para mamársela, luego la obligué a hacer un 69 que resultó uno de los mejores y, posteriormente, recordé que teníamos algunos itensilios guardados a centímetros de la cama. Abrí el cajón del buró y saqué unas esposas. Se las coloqué y decidí cogerla así, sin que pudiera moverse mucho. Después la acerqué y le ordené que me mamara la verga y los huevos. Ella, aprisionada, se dejaba.

Así pasamos un rato hasta que quedó liberada, mas no por ello se detuvo el encuentro. Hubo intercambio de cachetadas por momentos y después Sijey extrajo a su "amigui" para ponerlo a vibrar en mi culo. Una de las miradas más penetrantes me dedicó mi mujer cuando decidió hacer eso y, al mismo tiempo, mamarme los huevos. Estaba todo dicho: habría de venirme así.

Me hizo uno de los mejores orales sin quitarme la vista de encima. A la vez, esbozaba una sonrisa tímida que me hizo excitarme al máximo. No hubo remedio: justo cuando mordía uno de mis testículos me vine en grandes cantidades, salpicando la cama y mi pecho.

Pocos minutos después, ella sugeriría en su Twitter que, así, cualquier pelea es "buena". Claro... con semejante remedio... ¿quién no?

10 comentarios:

  1. Yo también me reconcilié con mi novio así varias veces y sirve mucho más que seguir peleando. Algo pasa, no se que es pero algo pasa y uno se empieza a calentar como dices. Deliciosas las reconciliaciones o arreglos de ese tipo.

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  2. Wow, estoy seguro de que en el fondo, todos deseamos tener una sesión de sexo de este tipo, la verdad me parece de lo más cachondo, estimulante e intenso que puede vivir una pareja. Creo que un toque de violencia siempre le pone sabor a una relación.

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  3. Tal vez eso le dio un toque especial a la noche, un poco más de pasión y aunque no estoy en contra de las reconciliaciones, es mejor no pelear!!

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  4. Dora la exploradora20 de agosto de 2010, 13:00

    El sexo de reconciliación es lo mejor de lo mejor porque ahí es donde la pareja le pone muchas veces más ganas, más enjundia, se anima a lo que luego no quiere con tal de ya dar su bracito a torcer.

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  5. desde que mencionaste "69" me calenté como horno

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  6. Por más que intento que no, soy adicta a este espacio de emociones y fantasía. Tengo una pregunta para sijey: ¿te gusta que te esposen?

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  7. Dora la cachondona27 de agosto de 2010, 10:31

    Chicos es viernes y amerita un post cachondón, venga préndanos como sólo ustedes saben!!!

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  8. si eso es cuando empieza la pasion nada te detiene solo el sex

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